Los ojos que miran al infinito, la estrellas que son espectadores de lo inaudito; vos estás en el camino absorbiendo distancias, consumiendo heridas de pasados incalculables, de presentes fortuitos. Tus pasos minan el horizonte de la frontera con la piel de la historia y sos testigo del despliegue de la belleza en forma de melodía inabarcable. ¿Hacia dónde va la mirada de tu semblante? Es preciso buscarte de lleno en los rincones, porque te ocultas entre persianas de dulzura étnica. No sé qué rostro tienes, sólo palpo tus huellas.
En la Quebrada de Humahuaca el silencio es quien gobierna y hay estallidos de luz multicolor en el paisaje de sus montañas. No es posible sentirse lejos del espíritu, pues todo se aproxima a las laderas del alma, a las orillas del sentimiento, y una música tibia y serena atraviesa mi eje, mi brújula quizás y me pierdo alegremente entre aquellas notas siderales y profundas de los espacios.
Callecitas de antaño y de siempre. Camino tus piedras y brota en mí la energía de la tierra. Y no puedo dejarlas, necesito olerlas, precipitarme en sus formas y esquinas sagradas, por donde los hombres han construido leyendas, y en donde alguna vez un niño derramó sus lágrimas o selló su inocente amor.
En la Quebrada de Humahuaca el silencio es quien gobierna y hay estallidos de luz multicolor en el paisaje de sus montañas. No es posible sentirse lejos del espíritu, pues todo se aproxima a las laderas del alma, a las orillas del sentimiento, y una música tibia y serena atraviesa mi eje, mi brújula quizás y me pierdo alegremente entre aquellas notas siderales y profundas de los espacios.
Callecitas de antaño y de siempre. Camino tus piedras y brota en mí la energía de la tierra. Y no puedo dejarlas, necesito olerlas, precipitarme en sus formas y esquinas sagradas, por donde los hombres han construido leyendas, y en donde alguna vez un niño derramó sus lágrimas o selló su inocente amor.
MBL (mayo de 2007)
No hay comentarios:
Publicar un comentario